CADA GESTO CUENTA.

4 eco-gestos fáciles de aplicar para salvar el planeta

Cada mes te ofreceremos 4 sencillos consejos para conseguir un hogar ecológico. Aplicándolos a nuestras vidas y nuestros hogares, beneficiaremos al planeta y también a nuestra propia ecología interior. Porque la forma en que consumimos también define quiénes somos, ahora soy yo la que decido lo que entra en mi cuerpo y en mi vida. 

MAKE IT SIMPLE, BUT SIGNIFICANT


¿Cuáles son los 4 gestos ecológicos para proteger el medio ambiente este mes?

4 sencillos eco-gestos fáciles de incorporar a nuestra rutina diaria para intentar cambiar nuestros hábitos suavemente, día tras día, beneficiándonos y alcanzando el nivel de sobriedad necesario para un comportamiento más reflexivo. Salirnos un poco de la sociedad de consume y cuidar nuestro medio ambiante.

1

El limpiador universal

No cuesta casi nada y te permite librarte un poco más de los productos químicos. Tus pulmones y tu piel te lo agradecerán. Como recordatorio, un producto químico en el fregadero acaba directamente en el mar. Y si por suerte da con una planta de tratamiento de aguas residuales, se ahorrará todo el combustible fósil utilizado para eliminarlo, así como muchos otros productos químicos.  Por no hablar del hecho de que no tendrás que tirar todas las botellas vacías una vez que lo hayas terminado. Son pequeñas acciones ecológicas con un gran impacto.

Ingredientes:

  • 1 litro de vinagre blanco. El más barato será perfecto
  • Las cáscaras de 4 cítricos. Varía según prefieras y en función de los olores, alternando clementinas, naranjas, pomelos, limones amarillos o verdes…
  • 15 gotas de aceite esencial. Árbol de té, lavanda… (opcional)
  • Un recipiente de vidrio reutilizable y que se pueda cerrar de al menos 1,5 litros (y limpio).
  • Un pulverizador. Fácil de reutilizar a partir de un viejo producto doméstico.
  • Un colador u otro utensilio para filtrar
  • Un embudo para que no se caiga por todas partes

Cómo hacerlo:

  • Vierte el vinagre blanco, los cítricos y el aceite esencial en el recipiente, ciérralo y mézclalo suavemente.
  • Déjalo en un lugar seco y sin luz durante unas 3 semanas. Sí, es mucho tiempo, pero es como la naturaleza, necesita un tiempo para crear cosas bellas.
  • Remuévelo de vez en cuando.
  • Después de 3 semanas, vierte el líquido en el pulverizador, filtrándolo con el colador y el embudo.


Eso es, ya está listo. Ya puedes sacar brillo sin contaminar.
Y cuando casi no quede nada en el recipiente, pero todavía suficiente en el pulverizador, se vuelve a empezar con los nuevos cítricos que hayas elegido. En cuanto a las cáscaras viejas, van al compost.


2

¿Hacemos unas patatas fritas ecológicas?

Porque cocinar las patatas fritas en una freidora consume mucha energía y no forma parte de una dieta saludable. 

Utiliza patatas orgánicas, preferiblemente que sean firmes para evitar que acaben convertidas en puré. Pélalas y córtalas en forma de patatas fritas o de cualquier otra forma que te guste. Échalas en un escurridor y enjuágalas bajo el grifo para eliminar el almidón. En seguida sentirás que las patatas fritas crudas están crujientes entre tus dedos. A continuación, y una vez precalentado a 180°, coloca una bandeja de horno en un horno de ventilador. Agita el escurridor para eliminar la mayor cantidad de agua posible. A continuación, pasa las patatas fritas a un cuenco y vierte un poco de aceite de oliva sobre ellas. Ten cuidado, no es necesario mucho, digamos que lo rociamos bien.
A continuación, mézclalo con mano para que el aceite las cubra totalmente. Después, coloca las patatas fritas aceitadas sobre el papel de hornear de manera que ninguna de ellas se toque, esto facilita la cocción. Todavía habrá algo de aceite y probablemente algo de agua en el recipiente, es normal.

Ya puedes enjuagarte las manos con líquido lavavajillas y lavar también el cuenco. Espolvorea un poco de romero sobre las patatas fritas, añade una o dos hojas de laurel y, si lo deseas, pica un diente de ajo de forma tosca y espárcelo por la bandeja del horno entre las patatas fritas. Unas pizcas de sal gruesa de Guérande por encima y hornea de 25 a 35 minutos. Cuando esté finalizando el tiempo de cocción, como 2 o 3 minutos antes, cambia el horno a modo de grill para que queden incluso más crujientes.

¿Por qué esta opción cuida del medio ambiente más? Por un lado, el horno consume mucha menos energía que una freidora. Por otro lado, el aceite de las freidoras tiene que ser desechado y a menudo sustituido después de 3 o 4 usos. Es fácil imaginar la calidad de los residuos que se generan. Este es un buen consejo que ayudará a preservar el planeta de la mejor manera posible.


3

Bolsa de agua caliente en seco

Una gran idea ecológica para proteger el medio ambiente, ahorrando agua, electricidad y… ¡Dinero!

Coge una tela vieja de material natural como el algodón o el lino y córtala en dos cuadrados de 15 cm. Únelos, con el dibujo por la parte interior, cosiendo 3 de los 4 lados a máquina o a mano. Dales la vuelta para que se vea el dibujo y las costuras queden ocultas.

A continuación, coge algunas semillas, las que tú prefieras, por ejemplo espelta, lino, huesos de cereza o arroz, y viértelas en la bolsa antes de coser el último lado. Los que sabemos coser podemos aprovechar para crear una solapa extraíble.

Para utilizar la bolsa, colócala unos minutos sobre un radiador caliente o métela en el horno después de usarlo.

Tu bolsa de agua caliente en seco podrá emitir el calor que contienen las semillas durante varios minutos.

De este modo, habrás reciclado la tela y habrás calentado la bolsa sin utilizar energía adicional, pequeños gestos para cuidar el planeta.

Eso sí, no le pongas granos de maíz porque podrían convertirse en palomitas.


4

Los aceites no son solo para cocinar

Es bien sabido que los aceites vegetales se han utilizado en los cosméticos desde tiempos inmemoriales. 
Aquí tienes 5 ejemplos de uso sin moderación:

Aceite de coco: ideal para el pelo y las puntas secas. Calienta pequeñas cantidades en la palma de la mano antes de aplicarlas en las puntas de tu cabello. Este aceite también es perfecto para tus juegos íntimos, utilizándolo como lubricante natural.

Aceite de sésamo: para masajear de pies a cabeza y mantener la piel bien hidratada. Unas pocas gotas son suficientes.

Aceite de salvado de arroz: para tratar las bolsas de los ojos, aplicando por la mañana una sola gota.

Aceite de oliva: para desmaquillar el rostro, ¡es mágico! Basta con calentar unas gotas en la palma de las manos.

Aceite de avellana: un gran hidratante para el rostro, especialmente en invierno. También en este caso, unas pocas gotas son suficientes.



¡Listo! Siguiendo estos consejos ecológicos en casa, con tan solo estos 4 sencillos gestos, protegerás el medio ambiente y lo harás como si de un juego de niños se tratase.


¿Y tú?

¿Cuáles son los gestos ecológicos que ya has puesto en marcha?

Comparte tus consejos diarios con nosotros. Puede que las publiquemos en un próximo artículo porque, al final, cada gesto cuenta.

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