TATUAJE A LOS 20

El tatuaje: ese error tan fácil de cometer. Tu madre siempre tiene la razón.

Me presento. Soy Jeanne y ya ni cuento la cantidad de tatuajes que tengo. Pero casi casi termino con 10 sesiones de láser y «Nunca más mostraré mi cuerpo en mi vida». Y eso es lo que tú también debes evitar sí o sí. ¿Por qué? ¡Ahora te lo cuento todo!

« TODA UNA VIDA SE CONSTRUYE A BASE DE PEQUEÑOS DETALLES. PERO UN PEQUEÑO DETALLE, PUEDE CAMBIAR UNA VIDA ENTERA »

Goyer Rémi

Mi experiencia con los tatuajes.

La primera vez que quise hacerme un tatuaje tenía 16 años. Una idea tonta, un tatuaje minimalista, tipo escritura, lo que fuera. Pero mi madre, que de ninguna de las maneras quería que me tatuara (su plan falló), amenazó con dar problemas al tatuador si decidía hacerlo aún sin su consentimiento así que, me quedé con las ganas. Años después, ya con 18 años, me lancé con un pequeño tatuaje, una palabra (si si, tengo mucha paciencia, lo se. Si andas falto de paciencia, te puedes inspirar con esta frase: «La paciencia es una virtud que se adquiere con paciencia» de Alessandro Morandotti, te lo dejo aquí por si quieres meditar sobre ello). Y la verdad, no me arrepiento. Fué una pequeña prueba antes de la apoteosis.

Todo eso era tan solo el preámbulo para aquello que yo realmente quería. Mi primer y verdadero tatuaje no llegó hasta los 23 años. Principalmente porque, *CUIDADO SPOILER ALERT*, tatuarse no es gratis y una pieza grande como la que tatuaron en mi brazo pues bueno, cuesta casi lo que valen un brazo y una pierna. ¿Quién hubiera pensado que no tener suficiente dinero me habría salvado la vida? Si le preguntas a alguien como Justin Bieber si no se arrepiente de alguno de sus muchos tatuajes, ¡estoy segura de que hubiera preferido ser pobre en el momento que decidió tatuarse algunos de ellos! Porque entre los 16 y 20 años pasamos por una época un poco loca en la que demasiadas ideas pasan por nuestra mente y, una gran cantidad de ella no es que sean ideas muy buenas… Como el logotipo de Dreamwork ¿Sabes a qué me refiero? ¿No? Aquí tienes:

Lo único que me tranquiliza es saber que no soy la única que tuvo la gran idea (si, te aseguro que ya he visto este tatuaje). Pero sin dinero, debía esperar a conseguir un trabajo de verdad ¡y fué lo mejor que podía pasar! Porque cuando pienso en lo que habría ahora en mi piel si me hubiera dejado llevar por esas ideas que revoloteaban por mi cabeza entre los 16 y los 20 años, a día de hoy me habría arruinado a base de sesiones de láser o tendría que haberme hecho más de un cover. Y es que cuando hasta en la TV emiten programas exclusivamente sobre covers, significa que mucha gente no se lo ha pensado bien antes de tatuarse.

Como verás, o al menos es la conclusión a la que yo he llegado, a veces es de sabios escuchar a
nuestras madres. Ahora tengo muchos tatuajes ornamentales y de tipo old school y no me
arrepiento de ninguno de ellos.


Algunos tips

A mi no me quedó más remedio que esperar a conseguir un trabajo y algo de dinero pero en
tu caso ¡es probable que tengas la facilidad de hacerlo cuando quieras!

Para elegir bien un tatuaje necesitas cierta madurez. Un tatoo es para TODA LA VIDA. Cuando somos jóvenes tenemos ideas pasajeras que en el momento nos da la sensación de que son las mejores ideas del mundo pero que, con la retrospectiva necesaria y al cabo de un tiempo, te gritan «NO LO HAGAS, ¡TE ARREPENTIRÁS!” (gritas en tu cabeza también eh, la magia de las letras mayúsculas). Entonces, el consejo más sabio que puedo darte es que esperes. Que esperes hasta los veinte años. Nuestros gustos cambian y nuestros deseos también. Cuando pienso en cómo era a los 16 y como soy ahora con 28 años, podría decir que somos personas totalmente distintas.

Esperando y tomando el tiempo necesario en pensar, los riesgos de arrepentirte de tu tatuaje serán de 0% y te ahorrarás todo el tiempo que pasarás pensado sobre cómo hacer que esta cosa fea (o el nombre de tu ex) desaparezca de tu piel.

Otra forma de averiguar si realmente te gusta lo que tenías pensado tatuarte y si no te vas a acabar cansando de verlo ahí, puedes optar por algo tipo tatuajes temporales. También es aconsejable empezar por un pequeño tatoo y ve si tu piel reacciona a la tinta de forma positiva.

Este es mi último tatuaje, ¡y no me arrepentiré!

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