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¿Te pasa el tiempo muy rápido?

¿Te pasa el tiempo muy rápido?

¿Qué hacer para que pase más lento el tiempo?

Exprimamos nuestro tiempo de forma diferente para saborear la vida de otra manera y ser conscientes de nuestra propia magia al servicio de la creación. La noción del tiempo es una abstracción que nos permite percibir y medir el desarrollo de los acontecimientos en nuestro universo. ¿Por qué el tiempo pasa rápido? El tiempo, por más que se mida, sigue siendo un concepto abstracto y totalmente personal. La sensación de que el tiempo vuela, y por ende que la vida vuela, puede verse influida por diversos factores psicológicos, fisiológicos y ambientales. 

En el desarrollo personal, la noción del tiempo suele abordarse en el marco conceptual del «aquí y ahora», que es un componente esencial de muchas prácticas de bienestar y crecimiento personal, como la atención plena y la meditación.

Estos son los beneficios de un tiempo ajustado a su propio equilibrio:
es el tiempo de uno mismo inmerso en el gran todo sin dejarse abrumar. 

Conciencia plena del momento presente: 
Consiste en estar totalmente presente y ser consciente de lo que ocurre en el momento, sin juicios ni apegos al pasado o al futuro. Para ello hay que reconocer y apreciar plenamente cada momento, ya sea alegre, difícil o neutro: optar por vivir plenamente sean cuales sean las circunstancias.

 

Eliminación de la ansiedad relacionada con el futuro y el pasado: 
Centrarse en el aquí y el ahora ayuda a reducir la ansiedad asociada a la preocupación por el pasado (rememorar errores pasados) y por el futuro (preocuparse por lo que pueda ocurrir, que puede o no ocurrir). Centrarse en el momento presente alivia la ansiedad y el estrés, disminuyendo esa sensación que el tiempo pasa rápido.

  

Aceptar y soltar: 
El presente es el único momento sobre el que tenemos control directo. Centrándote en el aquí y el ahora. Aceptando las circunstancias actuales y dejando de lado la necesidad de controlar o cambiar el pasado o el futuro. 

  

Saborear la vida cotidiana: 
Al estar plenamente presentes en el momento, somos más capaces de disfrutar de las pequeñas alegrías de la vida cotidiana y de las interacciones significativas con los demás. De esta forma se puede cultivar un sentimiento de gratitud y satisfacción en la vida. 

  

Mejora la concentración y la productividad: 
Vivir el aquí y el ahora también puede mejorar la concentración y la productividad al permitirte centrarte plenamente en la labor que tienes entre manos, sin distraerte con pensamientos o preocupaciones sin importancia.

¿Cómo hacer frente al paso del tiempo?

Como ya hemos visto, los beneficios de la atención plena y la presencia consciente en el momento presente favorecen el bienestar emocional, mental y espiritual. ¿Cómo podemos volver a la situación que nos resulta más conveniente? 

Ralentizar la percepción del tiempo es una búsqueda a la que mucha gente aspira, especialmente en un mundo en el que todo parece suceder a una velocidad vertiginosa. Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a ralentizar tu percepción del tiempo: 

Practica la conciencia plena: como ya se ha señalado, la conciencia plena consiste en estar totalmente en el momento presente. Al ser consciente de tus sensaciones, emociones y pensamientos a medida que surgen, puedes ralentizar tu ritmo interno y saborear cada instante.

Ralentiza tus actividades: 
Tómate tu tiempo para ir más despacio en tus actividades diarias. Camina más despacio, come más despacio, haz pausas para respirar hondo y saborear cada momento. Al ralentizar el ritmo de tus acciones, puedes percibir el tiempo como más distendido 

Practica la gratitud: 
Tómate el tiempo necesario para reconocer y apreciar las muchas cosas positivas de tu vida. La práctica de la gratitud puede ayudarte a sentirte más conectado con el presente y frenar la tendencia a centrarse únicamente en lo que hay que hacer en el futuro. 

Desconecta de las distracciones:
La tecnología moderna y las redes sociales pueden llevarnos a un estado de distracción constante, acelerando nuestra percepción del tiempo. Haz pausas periódicas para desconectar de las pantallas y volver a conectar con el mundo real. Ponte un límite de tiempo para no dejarte llevar y estar superado por las redes sociales, tu cerebro estará menos entumecido y aprovecharás los beneficios de las hormonas de la felicidad que explotan las redes sociales (dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocina) sin caer en la propia inconsciencia de ti misma y del paso del tiempo. 

Participa en actividades gratificantes: 
Invierte tiempo en actividades que te proporcionen placer y una sensación de realización. Cuando uno se sumerge por completo en una actividad significativa, a menudo el tiempo parece ralentizarse porque uno está totalmente absorto en el ahora. 

Haz pausas con regularidad: 
Detente, respira profundamente y vuelve a focalizar tu atención. Estas pausas pueden ayudarte a reducir la velocidad y volver a conectar con el momento presente. 

Cultiva la paciencia:
Aprende a ser paciente y a aceptar que ciertas cosas llevan su tiempo. Si desarrollas una actitud más paciente hacia ti mismo y hacia los demás, podrás reducir el estrés y la sensación de que el tiempo pasa deprisa.

Dedica tiempo a crear lo que te rodea y a alimentar lo que llevas dentro. 

Poniendo en práctica estas recomendaciones, ralentizarás tu percepción del tiempo y aprender a apreciar plenamente cada momento de tu vida para lograr una experiencia más rica y satisfactoria. Es también el camino hacia la felicidad. 

Ahora que ya sabes cómo hacer que el tiempo pase más despacio, conoce nuestro artículo sobre Mindfulness: vivir en plena consciencia 

   

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