
No tengo nada que perder, ya está todo ahí
La verdadera abundancia no es lo que ganarás mañana, sino lo que te atreves a encarnar hoy.
¿Y si esta vuelta al cole no fuera una carrera hacia la optimización, sino una toma de conciencia de lo esencial? Lejos del mandato de ser más, de ser mejor, siempre en busca de rendimiento, se abre otro camino: el de la abundancia ya presente, el de la sencillez elegida y la tranquila certeza de que no tienes nada que perder, porque ya eres suficiente.
La vuelta al trabajo 2025: el momento del cambio
Ha llegado septiembre, con todas sus promesas y presiones. Quieres «lograrlo» con la vuelta al trabajo, «no perderte nada», «volver a ponerlo todo al día». Y, sin embargo, una verdad llama a la puerta: no hay nada que recuperar, porque no tengo nada que perder. Es una frase que, si la dejas entrar, puede cambiar tu vida. Invierte la lógica de la carencia, de la lucha, de tener siempre más. Abre una dimensión sencilla: todo está ya ahí.

La ilusión de la pérdida
Siempre nos han enseñado a tener miedo a la pérdida. A perder dinero, una relación, una oportunidad, el tiempo. Este miedo se infiltra en todo. Nos hace decir «sí» cuando queremos decir «no». Nos hace perseguir objetivos que no son los nuestros. Nos hace creer que nuestro valor depende de lo que conservamos, de lo que acumulamos, de lo que mostramos y de lo que ganamos.
Pero al final, ¿qué podíamos perder realmente? En realidad, nada. Porque lo esencial nunca está en juego. Tu respiración, tu presencia, tu luz, tu alegría, nada de esto se pierde. Se oscurece y se oculta en el transcurso de tus experiencias y aprendizajes, pero nunca desaparece.
Todo está ahí: abundancia interior
Imagina por un segundo que dejas la carga. Que dejas de luchar por «tener». Que aceptas la idea de que, aquí y ahora, ya estás completa. Todo está ya ahí: la fuerza que buscas está en tu cuerpo, la paz que buscas está en tu propio silencio, el amor que anhelas ya está vibrando en tu corazón, la abundancia que crees ausente se abre cuando te permites verla. La abundancia no es una promesa futura, es una experiencia interior, y el mundo exterior simplemente refleja este estado.
Para convertir estas palabras en una experiencia,
ofrécete este sencillo ritual: la elección del vacío
1. Coge una hoja de papel en blanco. Escribe en la parte superior: «Lo que creo que puedo perder».
2. Lista sin revisar: dinero, seguridad, amor, reputación, oportunidades…
3. Relee cada palabra y pregúntate: ¿Realmente me lo pueden quitar? Verás:
El dinero puede ir y venir.
Una relación puede cambiar, pero el amor que hay en ti permanece.
Las reputaciones se desvanecen, pero tu verdad permanece intacta.
Verás que nada vital, nada de tu esencia, desaparece nunca.
4. Vuelve a leer la hoja. Arruga la hoja, acércala a la boca, sopla sobre ella como para vaciarla de su peso, y luego deposítala en un lugar neutro (tierra, papelera, compost). Di en voz alta: «Renuncio a estas ilusiones»
5. Coloca una mano en el corazón, respira profundamente y repite tres veces: «Todo está ya aquí».
Cuando no tienes nada que perder, te vuelves libre
La verdadera libertad comienza cuando comprendes que no tienes nada que perder. Entonces te atreves, creas sin cálculo, te expones sin máscara, eliges sin temblar. El miedo se disuelve, porque no hay nada en juego. Ya no estás «protegiendo» algo que podrías perder: estás encarnando plenamente lo que ya eres.
Y he aquí la paradoja mágica: es cuando sueltas ese miedo cuando todo sucede. Oportunidades, relaciones, dinero, proyectos… Todo lo que pensabas que tenías que controlar empieza a fluir libremente, atraído por tu vibración de confianza.
Y cuando abordamos esta libertad interior, casi siempre surge una pregunta: ¿qué pasa con el dinero? A menudo es aquí donde cristaliza nuestro mayor miedo a la pérdida. El dinero se ha convertido en el símbolo de nuestra seguridad, de nuestra valía, de nuestra supuesta libertad. Por eso merece que lo pongamos en el lugar que le corresponde.
El dinero como reflejo, no como fuente
Hemos creído que la abundancia depende del dinero. Pero no es así. El dinero nunca es la fuente. Sólo es el reflejo. Viene después, como una consecuencia, como un espejo. Cuando aterrizas en la abundancia interior, esa sensación de que nada falta y nada puede perderse, el dinero se alinea. El dinero busca la fluidez, no la tensión. Fluye donde hay confianza, presencia y alegría. Y ahí es donde se produce el verdadero cambio: comprender que el dinero no es un fin, sino un reflejo, abre un inmenso espacio de libertad. El dinero ya no dicta tus horarios, tus elecciones ni tu energía. Tú vuelves a ser el centro, la fuente.

El cambio de vuelta al trabajo 2025
Este otoño puede ser diferente. ¿Y si, en lugar de perseguir «más» -más dinero, más resultados, más reconocimiento-, eligieras encarnar la abundancia ahora mismo? ¿Y si te atrevieras a creer que no tienes nada que perder, porque ya está todo aquí?
Así que la vuelta al cole adquiere otro color: tomas decisiones más sencillas, tomas decisiones más sencillas, más alineadas con lo esencial. Y no malgastas tu energía.
En lugar de eso, atraes de forma natural a las personas, los proyectos y los recursos que resuenan con tu esencia. Te vuelves magnética.
Este otoño no tiene por qué ser una carrera. No tiene por qué tratarse de mejorar, de optimizar cada momento o de demostrar tu valía. Es el momento de abrazar plenamente lo que ya tienes, sin acumularlo, sin aprovecharlo al máximo, sin demostrar tu valía. Simplemente avanza en tu vida con la tranquila certeza de que no tienes nada que perder… porque ya ERES suficiente.
Estas palabras no son sólo un concepto, una teoría o una idea. Son una oportunidad para entrar en la sabiduría. Si estas palabras vibran en tu interior, es porque ya estás preparada para entrar en esta verdad: no tienes nada que perder, todo está ya aquí. Y si quieres anclar esta experiencia en tu vida diaria, no sólo leerla sino vivirla, entonces te invito. Mi coaching no es un programa más. Es un espacio donde puedes encarnar este cambio radical y aplicarlo a tu vida, a tu cuerpo, a tus relaciones, a tu plan de vida. Di que sí, porque lo único que puedes «perder»… es la ilusión de la carencia.
El programa Corazón, Cuerpo & Espíritu ha sido creado para ayudarte a anclar esta verdad en tu vida diaria. A través de prácticas sencillas y transformadoras, aprenderás a habitarte de nuevo, a liberarte del miedo a perder y a encarnar una abundancia interior profunda. En lugar de correr detrás de más resultados, más reconocimiento o más seguridad, ¿y si eligieras vivir alineada con tu corazón, anclada en tu cuerpo y en paz con tu espíritu?

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