CUIDA TU PIEL DURANTE EL OTOÑO
Sigue nuestra rutina de belleza para una piel perfecta.
Deshidratación, manchas causadas por la exposición al sol durante los meses de verano y alteraciones en la pigmentación son algunos de los problemas dermatológicos más comunes en otoño. Es hora de mimar tu piel y recuperarla de los excesos de sol, cloro y sal.
Cada estación del año es diferente y, por eso, debemos adaptar los cuidados de la piel en función del clima. Durante el otoño, nuestra rutina debe estar enfocada a reparar y regenerar nuestra piel. Para que la piel desempeñe correctamente su función de defensa o barrera debe tener el manto hidrolipídico equilibrado. De lo contrario, aparecerán rojeces, picor…
La exposición al frío puede resultar tan dañino para la piel como la exposición al sol. A medida que el clima se vuelve más frío, las condiciones de viento y humedad pueden causar daños en la piel, dejándola con una sensación mucho más sensible de lo habitual. Preparar nuestra piel para el otoño es importante para evitar encontrarnos con una piel áspera, reseca y sin luz.
«Soy mujer de alas, no de jaulas.»
Lina Storni
TU RUTINA DE OTOÑO PASO A PASO
LIMPIEZA: en otoño no es necesaria una limpieza tan profunda como la que necesitamos en verano para eliminar el exceso de grasa y cremas solares. Por eso, es recomendable cambiar a un limpiador más suave: agua micelar, fluidos limpiadores para piel sensible, crema espumosa sin jabón…
EXFOLIAR: una exfoliación regular es clave para eliminar las células muertas. Además, resulta fundamental para favorecer la penetración idónea de cremas y demás productos de nuestra rutina de belleza pudiendo llegar a ser más eficaces. Tampoco debemos exfoliar con demasiada frecuencia para no dañar el manto hidrolipídico.
ANTIOXIDANTES: ayudan a prevenir el envejecimiento cutáneo. Son básicos para protegerla de los agentes externos y repararla en profundidad. Algunos ingredientes como la Vitamina C o E, carotenoides, el ácido ferúlico o la Conezima Q10 ayudan a neutralizar los radicales libres que producen alteraciones en la pigmentación, desestructuran los niveles de colágeno y envejecen la piel. Con los antioxidantes tendremos una piel más luminosa y con menos manchas.
HIDRATAR: después de unos meses de exposición solar, una de las mejores formas de preparar la piel para un tiempo más frío es asegurarse de que está correctamente hidratada. Hidrátate por dentro y por fuera. Bebe al menos 1 litro de agua al día y utiliza una crema con ingredientes especialmente nutritivos como el aceite de jojoba o la manteca de karité. También puedes usar cremas o sérums enriquecidos con ácido hialurónico.
FOTOPROTECCIÓN: los rayos solares resultan nocivos durante todo el año. Por eso no debes olvidarte de protegerte de igual modo.
IMPRESCINDIBLES PARA UNA PIEL RADIANTE EN OTOÑO
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